Alejandro Dumas, el autor de Los tres mosqueteros (para que luego digan que no leo), aseguraba que África empieza en los Pirineos. Nunca me tomé en serio tales ofensas a nuestra patria y supongo que los portugueses tampoco, pero a juzgar por el espectáculo dado al mundo entero el pasado sábado, en las calles de Madrid, el famoso escritor no iba muy desencaminado. En España hay aún miles de personas, sino millones, que quieren que nuestro país no se diferencie mucho de esos donde las mujeres llevan velo y en las aulas se enseña férreamente el Islam. Por esa misma razón se manifestaron por la capital del Imperio, todas aquellas personas que están en contra de la Reforma Educativa y que defienden la enseñanza religiosa en la educación pública, algo que debería ser impensable en ningún país democrático y occidental, en pleno siglo XXI.
Ha resultado vergonzoso y bochornoso escuchar estos días a los men in black arengando en misa a sus feligreses, para que acudiesen en masa a la manifestación del sábado. Creo que esto no resulta muy ético, como el hecho de utilizar a menores en este tipo de actos, lo cual en mi opinión podría ser constitutivo de delito (habrá que consultarle al Defensor del Menor). A este respecto, una reaccionaria como Isabel San Sebastián, con gran talante democrático, pedía ayer en televisión que se prohibiera el derecho de huelga a los estudiantes.
Esta semana se cumplen treinta años de la muerte del dictador, y parece que muchos añoran aquellos tiempos donde en las escuelas se enseñaba la doctrina del nacional catolicismo. Esta gente es la que luego se llena la boca en defensa de la Constitución y llamándose a ellos mismos “demócratas” (que sacrílegos), aunque son los primeros que se olvidan de artículos como el derecho a un trabajo digno (defendiendo el empleo temporal y los contratos basura), el acceso a una vivienda (viva la especulación inmobiliaria, que se lo digan a Rajoy) y otros artículos donde se cita la igualdad de todos los españoles (sin embargo ellos reclaman la libertad para elegir centro y a los demás que nos den).
Hay una guerra abierta desde hace mucho tiempo entre la escuela pública y la privada. Durante ocho años el gobierno del Partido Popular ha hecho todo lo posible por destruir la enseñanza pública, negándole los fondos necesarios para desarrollar la Logse y favorecer así la enseñanza privada en manos del clero. Todo esto no forma sino parte de la crisis actual del Estado del bienestar en Europa y la potente ofensiva neoliberal, abanderada por la derecha, entre la cual se encuentra, como no, la española. El modelo educativo que proponen, no difiere mucho del de EE.UU y América Latina en general, es decir, una escuela de calidad privada, y que por lo tanto hay que pagar, que en nuestro caso estaría en manos de los curas, y una escuela pública sin fondos, donde se ahogarían las clases menos favorecidas, inmigrantes, inadaptados, etc, etc. Todos hemos visto esas películas sobre institutos americanos. Por esta misma razón, en ningún país de Europa existe libertad para elegir centro. Entiéndase, uno es muy libre de gastarse medio millón de pesetas al mes y mandar a su hijo a un colegio privado, pero no así de hacer lo propio en un colegio “concertado”, es decir pagado con dinero público. Si así se hiciera, ¿cuáles serían los criterios de selección de estos centros? Lo normal es que uno vaya al colegio o instituto de su zona. De esta manera se favorece la integración social y se establecen lazos de solidaridad interclasista, ¿o es qué algunos quieren volver a eso de la lucha de clases?
Creo que la religión debería ser eliminada de la escuela pública, porque la enseñanza religiosa debe ser impartida en las iglesias, parroquias, mezquitas y sinagogas de este país. La respuesta del gobierno supone un paso intermedio. No se le niega a nadie la posibilidad de recibir esta materia en las escuelas e institutos públicos, pero no podrá ser evaluable. Lógicamente los que no opten por esta asignatura tendrán todo el derecho del mundo a irse a la Biblioteca o a tomarse un café. A la Iglesia le gustaría que la nota de Religión se incluyera en el expediente para poder enseñar dogma en las aulas. Pero solo hay que ver la cantidad de alumnos que escogen esta asignatura en Bachillerato para conocer las inclinaciones de los jóvenes de este país (de ahí que la Iglesia pretenda hacerse con el control de la Educación).
Desde luego reconozco que el conocimiento de la religión es importante para una mayor comprensión de cualquier cultura. Pero esta enseñanza debería estar encuadrada en una "Historia de las religiones", asignatura que tendría que ser impartida no desde un punto de vista religioso, sino cultural, y por profesores del campo de las Humanidades, ya sean de Filosofía o de Historia. Serviría no solo para conocernos a nosotros mismos, sino para conocer a otros pueblos y culturas, así como su forma de pensar o entender el mundo. Algo sin duda que favorecería una mayor tolerancia y un mayor conocimiento del "otro", sobre todo ante la llegada masiva de inmigrantes y el "choque de civilizaciones" que estamos viviendo en los últimos tiempos.
Soy firme defensor de una enseñanza pública, laica y de calidad, para todos los ciudadanos de la Unión Europea, que viven en una sociedad avanzada y democrática, que aspiran a seguir mejorando y caminando hacia el futuro. Debemos separar la religión de la educación y de la política. Europa entera tiene el deber de defender y proteger aquello que ha costado tantos años y esfuerzos construir, frente a la ofensiva de los neoliberales y de la extrema izquierda, que pretenden destruir este proyecto de futuro que es Europa.
- ¿Qué es el Orden Sagrado?
Es el Sacramento que hace partícipes del Sacerdocio de Cristo y da potestad espiritual y gracia para desempeñar las funciones sagradas. - ¿Por qué es Sacramento el Orden?
Porque es signo sensible: palabras del Obispo, imposición de las manos, entrega de los instrumentos sagrados; Porque es de institución divina: Cristo lo instituyó en la Última Cena. Porque confiere gracia: da gracia habitual y gracia sacramental. - ¿Qué son las Ordenes Sagradas?
Son siete diversos grados para el Sacerdocio. Son 4 Menores: Ostiario, Lector, Exorcista, Acólito (O.L.E.A.). Y otras 3 Mayores: Subdiácono, Diácono, Presbítero. - ¿Cuáles de éstas son Sacramento?
Sólo el Diaconado y el Presbiterado son Sacramento. El Episcopado es la plenitud del Sacerdocio, y da poder para conferir a otros todos los Sacramentos. - ¿Cuáles son los efectos del Sacerdocio?
Da gracia habitual o santificante. Da la gracia sacramental. Da potestad para administrar los Sacramentos. Imprime carácter indeleble. - ¿Cuál es la dignidad del Sacerdote?
El Sacerdote queda hecho Ministro y Embajador de Dios y de Jesucristo, Testigo de Cristo y “Otro Cristo” que administra su Cuerpo y su Sangre y predica su palabra. - ¿Cómo se puede definir al Sacerdote?
Es un hombre como los demás, pero consagrado por la Iglesia como Embajador de Dios, centro de la vida espiritual, custodio de la fe, luz y sal de la tierra, Padre de las almas y Ministro de reconciliación y de paz entre Dios y los hombres.
Etc., Etc., … Así hasta el 183. Alguien escribió en rojo en la primera página,
rollo= catecismo. En la última añadían en azul, Por fin the end
Extraído de un cuadernillo escrito a máquina que me encontré y que incluía los siguientes datos:
"Segunda edición ciclostylada
28 de enero de 1961
Universidad Laboral de Gijón
Manuel Antonio Villegas, S. I."
